¿Por qué SAILOR MOON apasiona tanto al colectivo LGTB+?

En la vida mariconcil hay muchos misterios sin resolver: ¿por qué nos gusta tanto una buena diva? ¿Por qué nos vuelve locxs un brilli-brilli? ¿Y por qué no hay Halloween o Carnaval en el que algún maromo aparezca disfrazado de Sailor Moon?

¿Una POPair con disfraces? Pues p’allá que vais

Corría el año 1993 cuando el anime que adaptaba el manga de estas “magical girls” (un género que estalló gracias a ellas y que después hemos visto florecer en series como las Super Nenas o animes como Sakura Cazadora de Cartas) llegaba a España. Y lo hacía adelantándose décadas a una idea que ahora nos parece de lo más normal: las chicas pueden hacer exactamente lo mismo que los chicos. Y, generalmente, lo hacen mejor.

¡¡Hombres!! ¡No pueden hacer nada bien!

En una época en la que en la tele (y en los patios de los colegios) todo eran chicos jugando al fútbol (Oliver y Benji) o chicos dándose hostias como panes (Dragon Ball), poder ver a un grupo de amigas luchando contra el mal y demostrando la importancia de valores como la solidaridad, la sororidad, la fe en el amor, la familia y la esperanza provocó una revolución en las cabecitas de todes les niñes que pasaban olímpicamente de tanta testosterona desatada y tanta batalla absurda y eterna y tanto partido de fútbol en campos kilométricos.

RECREACIÓN: Tú y tus amigas viendo la tele y descubriendo el feminismo

Pero no solo eso: es que además las Sailor Moon salvaban el mundo con mucho humor y con un estilazo espectacular. Las transformaciones (con lo que nos gusta a nosotras un cambio de outfit…) en guerrera eran pura fantasía, los peinados medio mágicos eran fascinantes… ¡y la VARITA! ¡Una varita mágica!

¿A quién no le va a gustar un buen “cetro” mágico?

Y encima la serie era divertidísima, los villanos eran puro carisma… ¡¿Cómo no íbamos a querer nosotros y nuestras amigas -porque teníamos más amigas que amigos- jugar a ser ellas?

“Hola Maripili, ¿te vienes a casa a jugar a las Sailor Moon?”

En España, además tuvimos la suerte de no comernos toda la censura que sí llegó a EE.UU. o a América Latina. Aquí Haruka y Michiru eran una pareja de lesbianas (y no primas, como en américa), Ojo de Pez era un personaje trans, les Sailor Starlights eran de género fluido (hombres que se convertían en guerreras), Fiore (el malo de Sailor Moon R, se enamoraba de Mamoru (el novio de la prota)… Y la propia Usagi/Serena ¡era bisexual!

RECREACIÓN: Los censores de los 90 evitando que el mariconismo llegara a ti.

Lo único que nos perdimos fue la pareja formada por Zoicite y Kunzite, los últimos villanos de la primera temporada que eran una pareja claramente homosexual a la que en España convirtieron en tío y sobrino.

Tío y sobrino. YA, CLARO.

A pesar de todos estos motivos es bastante probable que más de una vez te hayas preguntado por qué te fascina tanto Sailor Moon si en esa época eras demasiado joven para entenderlo (o no, que tenemos una edad). Por qué te mueres de ganas de disfrazarte de Guerrera Luna aunque haga siglos que no ves un capítulo o te lees uno de los mangas. Y vamos a ser sinceros: aunque les vayamos a dedicar la POPair del próximo 6 de mayo ¡nosotros también nos lo preguntamos!

Así que… ¿por qué no nos explicas qué tiene SAILOR MOON que te enamora tanto? ¡Déjanos un comentario y dinos qué tienen estas chicas que te enamoran el alma!

Prístina Luna… ¡dame una ENTRADA para la POPair!

Y, por supuesto, prepara tu outfit y compra ya tu ENTRADA ANTICIPADA para la POPair: SAILOR MOON del próximo viernes 6 de mayo… ¡que será pura fantasía!.

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